Menstruación y confinamiento

(Formato de vídeo al final del artículo)

Los ciclos menstruales durante el confinamiento.

Es normal y natural es que pueda haber desequilibrios durante estos momentos. El ciclo menstrual siendo un signo vital de nuestro contacto con la vida y sus procesos se puede ver alterado.

Hay muchos factores que pueden estar afectando: nuestro estilo de vida ha cambiado, nuestra rutina se ha visto alterada, nuestra alimentación quizá sea distinta, nuestro descanso y nuestro sueño han cambiado, nos falta movimiento, en ocasiones luz, oxigenación, falta el vinculo social que también es alimento para nustra salud emocional. Estamos además transitando duelos, la pérdidade gente querida o cercana,a la que no estamos pudiendo acompañar como quisiéramos. También pequeños duelos: hemos perdido trabajo, nuestra economía se ha visto afectada, hemos perdido encuentros, eventos, viajes, etc. Todos estos factores tienen un impacto en nuestra salud en general y por supuesto en nuestra salud menstrual y hemos podido observarlo durante este tiempo que ya llevamos de confinamiento.

¿Qué podemos estar notando?

Puede haber ausencia de ovulación, los ciclos pueden ser más largos, más cortos, el periodo se puede adelantar o atrasar, el sangrado puede ser más abundante o más escaso.Puede haber mayor dolor. Podemos estar viviendo un periodo premenstrual más intenso, nuestra emocionalidad puede estar más acentuada.

Siempre hablamos en el contexto de que nuestros ciclos menstruales sean habitualmente regulares y que en este momento que no es “normal” esté sucediendo un desequilibrio sin que haya ninguna patología subyacente.

Quiero transmitir con estar palabras un pellizco de tranquilidad. Todo esto es natural dentro de una “anormalidad”. Nuestro cuerpo está normalizando y adaptandose a una situación que no es normal.

Existe numerosa literatura que muestra eta realidad en la que en periodos de estrés nuestra salud se ve afectada y nuestros ciclos menstruales se ven afectados.

¿Qué podemos hacer?

En primer lugar tratar de modificar la creencia interna de que lo que nos puede estar sucediendo sea algo anormal o problemático. Quizá tengamos la tendencia de cargarnos, de llevar sobre nosotras un exceso de responsabilidad, de que algo no funciona bien, de que hay algo que no estamos haciendo bien. Necesitamos poder cambiar la creencia de que no es nada patológico lo que estamos viviendo, sino que es algo natural en un periodo de anormalidad. Cambiar esa creencia facilitará que podamos adaptarnos positivamente a algo que es diferente y acoger este cambio de forma diferente. Si nos aferramos a esa creencia de tortura hacia nosotras mismas, nuesto cuerpo lo percibe y reacciona con más tensión, con más dolor y al final con mayor sufrimiento físico y emocional.

Cambiar esa mirada es fundamental. El momento es el que es. Aunque haya pequeños cambios de rutinas durante la desescalada el cambio será lento. La normalidad no llegará en breve y nos quedan periodos de estar en casa con nosotras mismas.

Podemos buscar espacios de reconexión con el cuerpo. Si existe ese desequilibrio contactar con la zona, con el útero, con los ovarios, poner nuestras manos, darnos calor, respirar en la zona, sentir como el útero respira, como nuestro cuerpo respira con él. Dedicarnos atención, cariño, presencia y sobre todo esa mirada amable para poder abrazar este momento de cambio tal cual es, sin juicio. Nuestra realidad externa no va a cambiar rápidamente pero sí podemos ir cambiando estas pequeñas cosas a nivel interno.

Creo que las mujeres a traves de nuestro ciclo menstrual estamos más conectadas a la tierra de lo que muchas veces imaginamos o somos capaces de percibir en un mometno dado. Estamos conectadas con nuestro ciclo vital a los ciclos orgánicos de la tierra. En este tiempo hemos tenido la oportunidad de parar, de conectar con nuestra corporalidad de conectar con nuestra realidad cotidiana y de convivencia, tal como sea y tal como cada una y cada una la pueda vivenciar.

Estamos vinculadas a los demás. Hay una conexión con los procesos ajenos. Estamos menos separadas de lo que a veces creemos. Hemos podido percibir la vulnerabilidad y el sufrimiento. Esto es una creencia personal, creo sinceramente que de alguna manera lo que le ocurre a la tierra nos ocurre a nosotras, lo que mueve a la tierra nos mueve a nosotras. Estamos en cambio, estamos en movimiento, y creo que lo único que podemos hacer es aceptar y abrazar esto que nos está sucediendo ahora, sin juzgar.  Hay mucha incertidumbre y al menos en lo que se refiere a nuestros procesos podemos encontrar calma aceptar y abrazar. Nuestro cuerpo de forma orgánica se esta adaptando y normalizandose ante algo que nos es “anormal”.

Resumiendo, podemos reconectar con el cuerpo, cambiar la creencia de que hay un problema interno, ampliar la mirada y además poder  permitirnos pequeños espacios para expresar en nuestro entorno como estamos, cómo estamos vivenciando estos cambios reconociendo nuestra sensibilidad. Podemos y tenemos las capacidades para poder hacerlo.

Salud y paciencia. Estamos en movimiento. Esto pasará.

Amor Peris Alors